Fue un hombre de extracción popular, nacido en 1798, quien se unió al ejército patriota desde la adolescencia, lucho en nuestras guerras, cruzo lo Andes con Bolívar y participo en la liberación de la Nueva Granada. Por odios y rencores, por ser un hombre del pueblo, el vicepresidente Santander logro vengarse enviándolo al patíbulo por un crimen que no había cometido. Tenía solo 26 años y el juicio que condeno a Infante a la pena capital ha sido siempre objeto de controversia. Infante era negro, llanero, sin educación, de toscos modales quien por audacia en el campo de batalla adquirió sus grados castrenses. Tras un minucioso análisis del juicio y de los hechos, Verna concluye que «La historia imparcial no podrá nunca olvidar la responsabilidad del general Santander en el asesinato judicial del Coronel Leonardo Infante.»